
En consiciones habituales lo más indicado es cepillarse los dientes inmediatamente después de comer para impedir que se vaya desmineralizando el esmalte del diente. Sólo existe una excepción a esta regla: cuando estamos tomando alimentos o bebidas muy ácidas. En este caso, debido a que se produce una desmineralización inmediata, es preferible esperar unos 20 o 30 minutos para cepillarse, porque de lo contrario estaríamos empeorando la situación de pérdida de minerales con el cepillado.